Con la reciente legislación gubernamental, cualquiera que trabaje en hostelería será consciente de la importancia de compartir con los clientes información nutricional importante en sus menús.
Las más comunes son la intolerancia al gluten, la alergia a los cacahuetes y la intolerancia a la lactosa.
Aunque presentan síntomas similares, la intolerancia alimentaria y las alergias tienen causas diferentes. La intolerancia alimentaria se produce cuando el organismo es incapaz de digerir correctamente determinados alimentos, mientras que las alergias alimentarias se producen cuando el organismo reacciona a un determinado alimento con una respuesta inmunitaria.
Intolerancias alimentarias
Algunos consejos para gestionar los riesgos de alergia
- Redactar recetas estandarizadas detalladas que contengan listas de posibles alérgenos:
- Si cambia los ingredientes de uno de nuestros platos o productos, debe asegurarse de actualizar también la lista de ingredientes o las etiquetas que se facilitan a los clientes.
- Compruebe todos los ingredientes del plato/receta (y cualquier ingrediente que contengan), así como cualquier guarnición. A continuación, debemos informar a los clientes si ha preparado alimentos en algo que pueda haber contenido un alérgeno, como un aceite que ya se haya utilizado.
- Es posible que no siempre conozca las sustituciones de ingredientes realizadas por los proveedores. Por eso, los siguientes puntos son esenciales para garantizar que sus menús sean seguros para sus clientes.
- Conserve por escrito información precisa sobre todos los ingredientes de los alimentos preparados, así como de los alimentos preenvasados.
- Garantizar la actualización periódica de las listas de ingredientes
- Asegúrese de que dispone de las últimas listas de ingredientes dietéticos de los proveedores
- Cuando cambie de proveedor de alimentos, exija listas de ingredientes y actualice los datos de las recetas.
- Mantener la cocina limpia, ordenada y organizada:
Evite la contaminación cruzada:
- Limpiar todas las superficies y utensilios que puedan haberse utilizado para preparar alimentos que contengan alérgenos.
- Guarde los alimentos alergénicos en recipientes distintos, separados del resto de alimentos
- Utilice toallas de papel, en lugar de toallas de tela, para secarse las manos.
Asegúrese de que todo el personal es consciente de las graves consecuencias de las alergias alimentarias y de que recibe formación periódica.
